Guainía
Guainía: destino de maravillosos tepuyes en territorio colombiano
Pensar en el Guainía, es pensar en agua - de ahí su nombre tierra de muchas aguas en idioma Yarí - es pensar también en indígenas, en mitos y en cerros.
En el Guainía también hay playas magníficas, sí, playas, los ríos en época de verano retroceden para darnos a conocer sitios insospechados. No es casualidad que allí se encuentre la estrella fluvial del Inírida donde confluyen los ríos Guaviare, Inírida y el Atabapo, que allí se funden con el Orinoco, muchas aguas, tantas y tan importantes que ha sido declarado como sitio Ramsar.
Guainía se antoja remoto y lo es, llegar puede ser tan sencillo como tomar un avión en Bogotá y aterrizar en Inírida, su capital, o llegar por vía fluvial desde San José del Guaviare por el río Guaviare, o por el mismo medio por el río Orinoco desde Puerto Carreño; asimismo, Inírida es el centro de las principales actividades turísticas de la región.
A orillas del río Guainía, se encuentra Inírida y es allí donde transcurre su historia; allí no se perciben carreteras, se aprecian ríos, que recorrido al sur, conducen a lugares tan increíbles y asombrosos como los cerros de Mavicure, paisajes inéditos que selva adentro, dejan contemplar la cuenca del Orinoco. Si continuamos el trayecto por estos ríos, al nororiente, se pueden disfrutar playas bellísimas, al norte por el río Orinoco el Parque Nacional Natural el Tuparro y el Raudal de Maipures en donde Humboldt lo soñó como una de las maravillas del mundo. Todo esto en compañía de los mitos de la princesa Inírida, el caño Casiquiare que une el Amazonas y el Orinoco, y observantes de etnias ancestrales como los pinaues, curripacos, sicuani, piaroas, piapocos, cubeos, tucanos, arahuacos, y su bella sabiduría, conforman una experiencia inolvidable.
En la región del Guainía, no sólo confluyen ríos, también se encuentran culturas indígenas a quienes las fronteras no los inmuta, colonos de todas partes de Colombia; al atravesar el Orinoco o el Atabapo, no se siente estar en territorio venezolano, se siente el comercio, la sobrevivencia y recientemente la conciencia de estar sobre un tesoro geográfico y natural, del cual tienen la esperanza de cobrar réditos. Inírida y sus alrededores son irrepetibles, son únicos, son increíbles y asombrosos, nuestra vida cambia después de visitarlos. Los invitamos a explorar estas maravillas con nosotros, puede que su vida cambie.
Guainía se antoja remoto y lo es, llegar puede ser tan sencillo como tomar un avión en Bogotá y aterrizar en Inírida, su capital, o llegar por vía fluvial desde San José del Guaviare por el río Guaviare, o por el mismo medio por el río Orinoco desde Puerto Carreño; asimismo, Inírida es el centro de las principales actividades turísticas de la región.